No es nada cómodo, pero tampoco es que sea algo comprometedor. No es nada aliciente, pero tampoco es agresivo. No es nada placentero,
pero tampoco es una tortura.
Por: Dr. Omar G. Guillermo Henríquez
Por lo general, la primera vez
que hacemos algo, sin importa que sea, lleva siempre un componente de temor a
lo desconocido, no necesariamente estará vinculado a el miedo al peligro,
inclusive aunque se trate del placer como puede ser la primera relación sexual, o el primer enamoramiento, las primeras
experiencias son capaces de provocar en nosotros un gran conjunto de emociones
que en ocasiones llegan a ser incontrolables.
Del mismo modo sucede en la
primera visita al ginecólogo(a), en el que como factor añadido, ya no solo
influye que sea la primera vez, sino también exponer antes otros la posibilidad
de mirar lo que por muchos años pocos han visto, y como si todo fuera poco te
ves obligada a compartir y hablar de lo que hasta ese momento era tu exclusiva intimidad.
No es nada cómodo, pero tampoco
es que sea algo comprometedor. No es nada aliciente, pero tampoco es agresivo.
No es nada placentero, pero tampoco es una tortura.
Todo va a depender de la madurez
previa que adquieras, por lo que siempre
es recomendable, que todo aquello a lo que puedes temer, lo cuentes a alguien
idóneo que sea capaz de “quitar hielo” y pueda encausarte en el camino de la
normalidad.
Ir a dentista no es placentero,
pero lo vemos como parte de la normalidad, visto de este modo inicias un
enfoque de reconocimiento de algo que sí, sí, sé que es incómodo y más, pero es
un procedimiento que necesitas hacer y mientras mejor lo afrontes mejor lo
toleraras.
Nosotros recomendamos que la
primera visita al ginecólogo(a) no debe ser solo porque has iniciado las
relaciones sexuales coitales, sino también porque es el profesional
especializado en la salud de la mujer, y la salud de la mujer no inicia con las
relaciones sexuales coitales.
Las mejores técnicas para afrontar la primera
visita al ginecólogo(a) son:
·
Hablar con alguna amiga o familiar idóneo: todo
el mundo no es válido para orientar, pero sí que hay personas idóneas capaces
de aportar orientación sin aumentar el nivel de miedo, no hace falta ser
profesional, simplemente sentido común.
·
Dar participación a tu médico de cabecera /
pediatra: estos médicos son los que principalmente nos acompañan desde nuestra
niñez al paso de la adolescencia y adultez, si ha existido buena empatía podría
iniciar las consultas en temas ginecológicos con ellos.
·
Ir acompañada: algunas personas siempre
prefieren apoyarse en otros, pero no todos somos iguales, otros prefieren
actuar solos. En este caso recomendamos ir acompañada para que parte del miedo
esté auxiliado y refugiado por la presencia de la acompañante.
·
Advertir al ginecólogo(a): aunque los
ginecólogos(as) y cualquier profesional tratan de hacer su mejor trabajo, la
empatía no está presente en todos, por lo que es bueno advertir que, por favor
tenga tolerancia y paciencia, haciéndole partícipe de lo que conlleva la primera visita.
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Artículo publicado en la Revista Ávila en Salud © Edita: Servicios de Atención Médica Integral XXI, SL (SAMI XXI). Director: Dr. Omar G. Guillermo H. / Depósito Legal: AV 130-2014 / ISSN 2386-8813 / copyright. www.RevistaAvilaenSalud.com / www.revista-avila-en-salud.blogspot.com.es/
Este artículo fue escrito por el Dr. Omar G. Guillermo H. quien es médico especialista en Senología y Patología Mamaria, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Director de la Revista Ávila en Salud, Director de EMS Spain, CEO SAMI XXI.
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