TERMINADO
EL PARTO EMPIEZA EL PUERPERIO…
Mª
Del Carmen Sánchez Vázquez
Enfermera
El
puerperio o postparto, conocido como cuarentena, es el período de tiempo que se
inicia tras el parto y finaliza a las 6-8
semanas del nacimiento. Se caracteriza
por ser una etapa de cambios en el
cuerpo de la mujer puesto que, después del parto, todos los órganos y sistemas
que tuvieron que adaptarse o modificarse por el embarazo tienen que recuperar
su estado anterior. El puerperio se divide en cuatro etapas:
- Puerperio Inmediato: comprende las primeras 24 Hs. y se ponen en juego los mecanismos que permiten que la matriz empiece a contraerse y deje de sangrar. La mujer puede mostrarse cansada después del esfuerzo realizado en el parto. En estas horas comienza a ser consciente de su maternidad y a fortalecer el vínculo con su bebé.
- Puerperio Mediato: abarca del segundo al décimo día y durante este periodo actúan los mecanismos que disminuyen el tamaño de la matriz, aparecen los loquios y se inicia la lactancia.
- Puerperio Alejado: se extiende aproximadamente hasta los 45 días después del parto y termina con la vuelta de la menstruación.
- Puerperio Tardío: puede llegar hasta los 6 meses post parto y se acompaña de una lactancia prolongada y activa.
Algunos autores hablan de un puerperio psicológico, que se relaciona con
cambios emocionales y a nivel cerebral que ocurren en la puérpera, que podría
durar entre uno y dos años. Los sentimientos de tristeza, lloro, cambios de
humor y sensibilacion que sufre la madre
alrededor del tercer día, no deben ser motivo de preocupación y se suelen
resolver antes del tercer día.
Entre los cambios que
se producen durante la cuarenta se encuentra una revolución hormonal, con dos
objetivos: conseguir que el útero se contraiga y que las mamas de las madres empiecen a producir leche.
Para ello, por un lado caen los estrógenos y
la progesterona. Esta
volverá a aparecer unos días previos a la primera menstruación tras el parto,
cuando se restablezca el ciclo ovárico.
Por el contrario, suben la prolactina, la hormona encargada de la
producción láctea, y la oxitócica. Esta
hormona, que provocó las contracciones uterinas que facilitaron el nacimiento
del bebé, no desaparece tras el parto, sino que sigue muy presente en el
organismo para contraer el útero evitar
así una hemorragia.
Las contracciones uterinas tras el
parto a veces pueden ser dolorosas. Son los llamados entuertos.
En general se notan más a partir
del segundo parto, pero varía mucho de unas mujeres a otras.
Al poco de dar a luz, el organismo
materno expulsará los llamados loquios, que no hay que
confundir con la regla. Al principio, tienen un color rojo intenso porque son
producto de la secreción de la herida donde se encontraba la placenta y los
coágulos de sangre que han impedido que esta siga sangrando.
Pero a medida que
pasan los días, se vuelven de una tonalidad más asalmonada o serosa. A los 15 o
20 días prácticamente es una secreción trasparente y suelen desaparecer a las
tres semanas.
Motivos de alarma para consultar al médico pueden ser infección
puerperal: flujo vaginal maloliente y fiebre. Mastitis: fiebre alta con dolor
mamario y zona enrojecida en el pecho. Infección urinaria: micción frecuente y
acompañada de escozor. Depresión posparto: comportamiento anómalo y trastornos
de la personalidad.
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Artículo publicado en la Revista Ávila en Salud © Edita: Servicios de Atención Médica Integral XXI, SL (SAMI XXI). Director: Dr. Omar G. Guillermo H. / Depósito Legal: AV 130-2014 / ISSN 2386-8813 / copyright. http://revista-avila-en-salud.blogspot.com.es/
La autora de este artículo es Mª Del Carmen Sánchez Vázquez. Graduada en enfermería, Actualmente ejerce como enfermera en Atención Primara y también en quirofanos.
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