Una médico española en una aldea de Malawi.
RELATOS DE VANESA
Capítulo 1. Enough is enough.
<<Buenas noches,
Aquí todo lleva su propio ritmo. En el hospital de Livinsgtonia nos están
ayudando mucho con el tema del papeleo.
Ya tenemos los contactos para educación y estamos haciendo selección de
personal local, tanto para construcción como para cada uno de los distintos
ámbitos del proyecto.
Estamos deseando verte. Estate tranquila que todo llegará….
Morfeo me llama….
Te mantendré informada.
Amanda.>>
Amanda es una persona especial. La conocí en el hospital, cuando empecé en el
servicio de urgencias en el que trabajo.
Trabajaba como celadora y era tan especial, que me cautivó con sólo
saludarla. Cuando tomé la decisión tuve
claro que tendría un papel importante en el proyecto. Los años trabajados en el hospital de
Mostotes me han servido para darme cuenta de lo que debo hacer.
Todavía recuerdo la luz, los colores, los
olores y sobre todo las miradas curiosas, asustadas, felices y limpias de las
personas que tratamos en apenas unas semanas.
Y sobre todo recuerdo como me sentía, libre, segura, agradecida,
infinitamente yo.
Y a partir de ese momento, nada fue lo
mismo. Aunque suene a tópico, África
cambió mi visión del mundo. Y no es que
yo buscara mi lugar en el mundo, es que el mundo me lo estaba regalando…
La primera vez que respiré sus aromas y su
luz traspasó mi vista, fue en el voluntariado que realicé en Malawi. La Academia Española de Dermatología y
Venereología (AEDV) premió al Hospital Universitario de Móstoles por su proyecto
de asesoramiento continuo mediante teledermatología de enfermedades
dermatológicas, con un abordaje directo durante tres semanas, una vez al
año. Esas tres semanas dejaron las
señales necesarias en mi alma, para que todo en mi vida me indicara que debía
seguirlas a partir de entonces.
Cuando a la edad de 26 años la herencia de mi
abuela paterna me hiciera entrar en las listas de las personas más ricas, tenía
muy claro que viviría, pero viviría en un mundo muy distinto al que había
conocido hasta entonces.
Compré un edificio antiguo en el centro de
Madrid y lo rehabilité energéticamente de manera integral. Junto a mis chicas de “El café de las seis”
proclame la república independiente de nuestra casa. Con nuestros apartamentos comunicados, nuestra
agradecida huerta urbana y nuestro pequeño salón comunitario….
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-
Vamos
Vanessa, que siempre llegas tarde.
-
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii,
ya llego. Madrid sigue sin estar hecho
para moverse en bicicleta, que quieres que te diga. Ir pidiendo que ya sabes que yo suelo poner
pocas pegas.
Vanessa llegó al Restaurante Cubano en el que
las demás estaban esperando, y después de un largo tiempo separadas volvieron a
sentir que todo era posible.
-
A ver,
¿Quién empieza? Dijo Candela.
-
¿Cómo
que quién empieza? ¿Qué levanten la mano todas las que se hayan casado por el
rito mapuche? Vamos a ver Candela, pues
empiezas tú, sin duda…
Candela había conocido a Diego por medio de
una oferta de empleo, que la había llevado a encontrar, sin haberlo buscado, el
compañero de aventuras que tendría a partir de entonces. Después
de varias idas y venidas. Diego le pidió
que se casara con él, tras haberle secuestrado de la ruca en la que se
encontraba con las mujeres mapuches de la península del Chiloé, en la que Diego
había pasado una etapa muy importante de su vida.
Y cuando éste puso en su dedo el anillo que había pertenecido a su
madre, en medio del bosque junto a la hoguera, Candela supo que le seguiría sin
dudas, sin miedos y sin censuras.
-
¡Pero
que bonito, que bonito, madre mía!
¿Tiene hermanos? Dime que sí, dime que sí.
Feli llevaba un mojito de más, pero un mojito
de más literalmente ya que nunca bebía y el mojito que se había tomado hacía
que estuviera de lo más elocuente. No la
venía mal después de una vida atrapada en un amor doloroso y cruel, del que
sólo podía rescatar sus dos pequeñas flores, que eran su refugio y su punto de
partida. Separada, por fin, y con sus
florecitas durmiendo en casa de los abuelos. Feli había decidido hacer a la noche suya y
las demás iban a ayudarla.
-
Pero
bueno bonita. Relájate, que te veo un
poco acelerada.
-
¡Carmen! Déjame un ratito anda. Que acelerada, ni acelerada. Entusiasmada es
lo que estoy al ver ese movimiento de caderas.
Chicas me van a perdonar ustedes, me voy a bailar.
Dijo Feli levantándose de la mesa y poniendo
dirección a la pista de baile en la que se había convertido el restaurante por
arte de birlibirloque.
-
Está
desatada…. Me encanta saber que está de
vuelta. Durante mucho tiempo se perdió y
que esté aquí es lo que más feliz me hace en este momento. Esta entusiasmada con su proyecto, la verdad
es que tiene un don para la cocina. Una
vez que has probado uno de sus postres, no vuelves a ser el mismo.
-
Si
Carmen, pero no eres tu madre. Deja un
poco de espacio a tu hermana, que últimamente estas demasiado encima. Ese desgraciado no volverá a cruzarse en
nuestro camino, estate segura.
Carmen no podía evitar intentar proteger a su
hermana pequeña. Feli siempre había sido
su gemela aún llevándose dos años. Y
después de todo lo vivido no podía evitarlo.
Ahora, entre su empleo como Trabajadora Social, su más que animada vida
sexual y la empresa que Feli había montado.
Tenían menos tiempo para estar
juntas y para Carmen el tiempo que
pasaban juntas nunca era suficiente.
-
El
otro día casi me atropella Enzo.
-
¿Enzo?
¿Tu amor de guardería? No me lo puedo creer.
-
Pues
imaginate yo. Pero ahora ya no me
importaría jugar
con él a los médicos…
con él a los médicos…
Jimena es escritora. Comparte el segundo piso con Candela y es una
romántica empedernida. Esta enamorada
del amor y fantasea con un ente azul que todas esperan que algún día
encuentre. Pero a la vez es capaz de
escribir sin censuras sobre las intrigas y corrupciones del país, y ponerse en
la piel de los más inquietantes asesinos.
-
Salía
con Tristan del muermo de cena del periódico.
Si no hubiera sido porque Tristan me empujo, no creo que os lo estuviera
contando. Enzo bajó blanco del coche, no
fui capaz de reconocerlo hasta que me llamó “Raspita”. Por cierto Olga, ¿vas a aceptar algún día la
invitación de Tristan para cenar, o voy a tener que seguir viendo como pone
cara de emoticón lloroso cada vez que me pregunta por ti?
Y Olga, la que cierra el sexteto, enfermera pediátrica,
compañera de piso de Vanessa y enamorada de su trabajo. De momento no tiene tiempo para enredarse con
“tonterías”.
-
Me
marcho.
-
¿Cómo?
-
Tan
solo tengo que esperar aun un poco para tener todos los permisos y todas las
cuerdas atadas. Me marcho a Malawi. Aún no sé por cuánto tiempo…
-
¡¡Un
brindis por una nueva etapa en la vida de las chicas del café!!, dijo Feli que
acababa de volver a la mesa y lo había oído todo.
Pero no fue café lo que tomaron esa sabrosa
noche. En la que no importaba nada más
que ellas, la música y la sensación de que, por mucho que la vida se empeñara
en separarles, siempre se tendrían unas a otras.
¡¡¡¡ ASERE !!!!!
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“You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you will join us
And the world will be as one”
But I'm not the only one
I hope someday you will join us
And the world will be as one”
Imagine. John Lennon.
La
música siempre me aconseja bien, me relaja y me permite pensar con claridad. Mientras leo el artículo sobre Theresa
Kachindamoto, máxima autoridad de unas 500 aldeas en Dedza, Malawi, y su
intervención en el VII Encuentro de Mujeres que transforman el mundo en
Segovia, veo cada vez más claro cómo enfocar el proyecto. Trataremos la educación, la sanidad y la economía
de subsistencia y nos rodearemos de todos los profesionales locales que podamos. Ya tenemos un grupo en Rumphi y yo iré con el
resto en cuanto tengamos los permisos necesarios. La burocracia y la logística son dos vías importantísimas
en este tipo de proyectos.
Mi
nombre en Vanessa, como ya sabéis, la medicina lleva en mi familia casi tanto
como mi apellido, mi bisabuelo, mi abuelo, mi padre y ahora yo. Mi madre es enfermera. Conoció a mi padre mientras trabajaban juntos
en un hospital de Madrid. Pues, aunque
las relaciones entre compañeros de trabajo no son de lo más aplaudidas,
haberlas haylas. La familia de mi padre
no se tomó muy bien su romance, es una de las familias más “pudientes” de
Madrid. Creo que en los primeros años
fueron felices, o al menos lo espero.
Pero con el tiempo, un abismo puso la frontera a los sentimientos y
cuando yo apenas tenía 10 años tomaron caminos distintos. Al principio continué pasando mucho tiempo
con mi padre, aunque vivía con mi madre.
Pero al cabo de unos años el tiempo que necesitaba pasar con él, lo
disfruté con mi abuela, pues se marchó a vivir a Nueva York. La distancia física dio paso a la distancia
emocional, y hoy por hoy mi relación con él es prácticamente inexistente. En el fondo creo que quiso poner tierra de
por medio entre mi madre y sus sentimientos.
Se dejó guiar por el dinero y las relaciones vacías, perdiendo lo más
real que había tenido nunca. Y no se lo
perdonó.
Yo seguí
viviendo con mi madre y pasaba largas temporadas con mi Rosario, mi abuela
paterna, que hacía mucho tiempo había dado por perdido a su hijo. Aprendí muchísimo de esta mujer excepcional y
nuestro vinculo pasó a ser incluso mas fuerte del que ya teníamos. Gracias a ella, la perdida de mi padre fue
para mí menos traumática. Cuando mi
abuela murió, para mi sorpresa, saltando a mi padre me dejó a mí como única
heredera. Llevo años decidiendo qué
hacer con mi vida. Por fin un día al
salir de una guardia en urgencias en el Hospital de Móstoles en el que trabajo,
dije “Enough is enough”. Al igual que
Theresa Kachindamoto tras recibir amenazas de muerte después de la firma de un
memorando de entendimiento con cincuenta jefes de menor rango de su comunidad,
para abolir el matrimonio infantil, bajo la ley consuetudinaria y anular
aquellos que se habían llevado a cabo.
Yo paré mi apacible y fácil vida para embarcarme en un proyecto por
medio del cual una pequeña región de Malawi será el prototipo de lo que, espero,
sea un desarrollo mas inteligente que el que, en muchos aspectos, tenemos en
nuestro maravilloso primer mundo.
Malawi
es un país sin salida al mar, ubicado en el sureste de África. Limita con Zambia, con Tanzania y con
Mozambique. Y se encuentra entre los
países menos desarrollados y más densamente poblados del continente. Las vistas hacia el lago Malawi me gritaban quédate
y en ese mismo instante comencé a quedarme.
-
Miriam, lo siento,
llego tarde para variar. En nada estoy
ahí. ¿Hay muchos candidatos esperando?
********************************
En menos de lo que
pensaba llego a la oficina en la que iban a comenzar a seleccionar el personal
que les acompañaría en su soñado proyecto.
No había más que un posible candidato esperando. Habían seleccionado a dos candidatos de cada
especialidad y les habían citado a distintas horas.
- Buenos días.
- Buenos días. No
pareces el perfil idóneo para este proyecto bonita. Se quedarán conmigo, casi es mejor que no
pierdas el tiempo y te vuelvas por donde has venido.
Vanessa ni siquiera
contesto al atractivo moreno que había tenido la desfachatez de soltar
semejante bordería.
- Miriam, por favor, dime que el estúpido que está sentado
fuera no es el único candidato que se ha presentado como constructor.
- No, es el único que se ha presentado como médico….
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Seis mujeres, seis historias y seis formas de vivir en el mismo espacio
y tiempo. Seis sueños, seis ideales y
seis luchas. Las chicas de “El café de
las seis” os van a acompañar durante una temporada, si os apetece. Muchos ya conocen a Candela, su relato se
encuentra en la página de facebook de Gotarrendura y están conociendo a Jimena
en la página de facebook de Librería Letras.
Os presentamos a Vanessa, que os acompañará en los próximos números de
la revista. Pero al igual que el resto
Vanessa necesita de vuestro consejo para continuar con su historia.
Estas son las tres opciones posibles para continuar con su relato.
1.- Vanessa decide no entrevistar al
candidato, dejando el puesto desierto hasta encontrar la mejor opción posible.
2.- Vanessa cambia su visión del candidato
una vez entrevistado.
3.- Cuando llega la hora de la entrevista,
el candidato se ha esfumado.
Y
para ayudar a Vanessa a continuar por el mejor sendero. Podréis dar vuestra opinión vía mail a la
dirección info@samixxi.es / avilaensalud@samixxi.es. En la página de facebook de la Revista Ávila
en Salud o en la página de la autora www.facebook.com/miplumavila/.
En
vuestra mano está el futuro del proyecto, contamos con vuestra colaboración.
Feliz día y mejor lectura!!!!!
Texto. Lorena Rodríguez.
Ilustración. Oskar Salinas.
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RELATOS DE VANESSA, es una historia escrita para la Revista Ávila en Salud © Edita: Servicios de Atención
Médica Integral XXI, SL (SAMI XXI). Director: Dr. Omar G. Guillermo H. /
Depósito Legal: AV 130-2014 / ISSN 2386-8813 / copyright.
www.RevistaAvilaenSalud.com /
www.revista-avila-en-salud.blogspot.com.es/
Este historia es escrita por Lorena Rodríguez (Escritora) e Ilustrada por Oskar Salina (Pintor), en Ávila, Castilla y León.
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